Arribó entre la emoción de la gente, y los tradicionales cohetes y chinelos que amenizan diariamente las más de 300 fiestas que se realizan en Xochimilco durante el año, en el fondo la música de banda y marichi.
Con una gran sonrisa el Presidente saludó desde el templete a Xochimilco: el rico en tradiciones y en historía, después de darle la bienvenida a nombre del Delegado Uriel González Monzón, -que por cierto asistió al evento pero esperó a un costado del templete con su posible sucesor, Manuel González y el diputado local Avelino Méndez- y la participación del encargado de la casa del movimiento en Xochimilco, López Obrador tomó la palabra, agradeció a los asistentes el apoyo brindado no sólo después del fraude electoral del 2 de Julio de 2006, sino los votos que el pueblo de Xochimilco le había dado para esa elección presidencial, recordó que en Xochimilco obtuvo mucho votos y se ganó ahi con gran ventaja.
Invitó a la gente a seguir en el movimiento de la defensa de la economía, y agradeció la participación de las brigadas xochimilcas que participaraon en defensa del petróleo; después de un discurso excelente que recordaba a la gente la razón de la causa y los motivos para seguir en la lucha, Andrés Manuel López Obrador se comprometió a visitar nuevamente Xochimilco en el mes de Mayo o Junio -dijo-.
Entre los asistentes al mitin estuvieron Eduardo Cervantes -coordinador de la brigada 12- , Manuel Oropeza-srio gral PRD-DF- , Alejandro Encinas quién no perdió detalle alguno en el discurso, escuchaba con atención y con una sonrisa avalaba lo mencionado por el Presidente, Manuel Otero -coordinador de la brigada 21-y Raúl Martell quién entonó el himno nacional para finalizar la asamblea.
ESCUCHA EL DISCURSO DEL PRESIDENTE EN XOCHIMILCO



















Esta semana, la Secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, visitará México. Su llegada está inmersa en la narcotización de una “cooperación bilateral” signada por la decisión unilateral de Washington y plagada de condicionamientos. Desde la perspectiva mexicana, el tema de las drogas es como un paraguas de paradojas. Cuando llueven “resultados” en la lucha antidrogas, se secan los fondos de la Iniciativa Mérida, y cuando se requiere seguridad y estabilidad para crear empleos y salir de la crisis económico-financiera, la militarización del país genera un caos y una violencia descomunales que ahuyenta a los capitales y “arrastra al peso” (Guillermo Ortiz dixit). Con un elemento adicional: la guerra antidrogas de Estados Unidos en América Latina ha fortalecido el poder de los militares y los servicios de inteligencia locales −promoviéndolos al peligroso papel de gendarmes en clave de contrainsurgencia contra un enemigo interno−, a costa de las instituciones civiles y los Derechos Humanos y ciudadanos.
Tras el agotamiento del modelo neoliberal aplicado en México en los últimos 25 años, que sólo ha dejado al país pobreza, miseria, atraso económico y tecnológico, decrecimiento y recesión, desempleo y pérdida de la competitividad y productividad, y un severo deterioro a la soberanía nacional, es indispensable impulsar cambios de fondo desde el Congreso de la Unión y construir una nueva República, “más digna, justa e igualitaria”, como lo demandó el ex candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador.



Jorge Tappan, yucateco de nacimiento y poeta de oficio, excelente, divertido y cariñoso padre, hombre que pensaba siempre en positivo, buen marido y gran amigo... cuando el 68 y luego en medio de la ilegal represión elegida, que los setentas trajeron consigo, de la mano de Luis Echeverría Alvarez, ese otro traidor a la Patria, que eligió la ilegalidad para controlar una guerrilla, por él provocada, para hacerse del poder que quizá Díaz Ordaz no le habría dejado con el dedazo que entonces el PRI utilizaba para imponer. Jorge, nos decía, cuando nos ganaba la depresión frente a la tortura, que: “cuando se acabase el mundo quedaría Yucatán de pie para recibirnos”. Y, sí, Yucatán es mágico y por eso Salvador Alvarado eligió Yucatán para fundar el socialismo y no otro lugar de la república.