miércoles, 2 de diciembre de 2009
Tessy López, doctora en ciencias y arquitecta de moléculas, crea nanodispositivo para controlar Parkinson y epilepsia
Tessy María López Goerne podría ser definida como arquitecta de moléculas por su labor con nanopartículas aplicadas a la medicina.
Sus investigaciones la llevaron a desarrollar dos revolucionarios sistemas: uno de ellos es un dispositivo nanoestructurado y biocompatible con el tejido cerebral que libera directamente en el sitio dañado dopamina para controlar el parkinson y ácido valproico para tratamiento de epilepsia; por otro lado, diseñó un biocatalizador nanoparticulado para limitar el cáncer.
La doctora en Ciencias Exactas de la Universidad Autónoma Metropolitana e integrante del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía (INNN) señala que el dispositivo se coloca en las neuronas dañadas y puede liberar en forma regulada el fármaco durante un año. “La ingesta de medicamentos sería menor, además de disminuir notablemente los efectos secundarios en pacientes con epilepsia o parkinson. Los estudios de cáncer en especies menores y mayores se logró reducir los tumores cerebrales malignos hasta 90%.
Tessy López señala que los hallazgos científicos están protegidos internacionalmente con dos patentes: “Reservorio nanoestructurado de óxido titanio solgel para su uso en liberación controlada de drogas en sistema nervioso central y Biocatalizadores nanoestructurados de platino soportados en óxidos de titanio y silicio y preparados por el proceso de solgel para el tratamiento de cáncer.
“Con estos trabajos se espera que México no pague un valor agregado alto por la importación de conocimientos en salud, sino que ahora el extranjero busque a nuestro país para colaborar y usar los avances”, dice.
Actualmente ha sido nombrada profesora distinguida de la Universidad de Tulane, Nueva Orleáns, EU, y tiene convenios de colaboración con Francia, España, Argentina, Colombia, entre otros. El último de estos acuerdos de cooperación, detalla, se hizo con Estados Unidos hace mes y medio para desarrollar un reservorio con antivirales para colocar en cerebro de pacientes con SIDA.
El estudio lleva más de cinco años y está conformado por una red de alrededor de 100 científicos, tanto de México como del extranjero. Con estos proyectos de vanguardia podría ser tratada una gran cantidad de pacientes con enfermedades crónicas a menor costo.
TÉCNICAS. Lo que ella define como Nanomedicina Catalítica para tratamiento de cáncer, es el uso de nanopartículas que rompan los enlaces de las células malignas con un biocatalizador. “Son pequeñas navecitas dirigidas a las células que rompen el ADN sin dañar a las células sanas y sin causar malestar en el organismo.
“Estamos fabricando nanopartículas (un talco muy ligero) para ser colocadas en la zona afectada por el tumor y liberen el fármaco requerido o rompan las moléculas del ADN, y terminar en tiempos más cortos y exactos con el cáncer localizado.
“Usamos un biocatalizador nano (de enano) entre 100 y 500 veces más pequeño que una célula. Por lo tanto las partículas entran en ésta y saben a dónde ir, porque están programadas con grupos químicos en su superficie.
Indica que hacer una nanopartícula no es fácil y menos para el cerebro. Por ello varios laboratorios de México como del extranjero están haciendo convenios con el nuestro UAM-INNN- México, porque nuestras investigaciones son únicas y tienen gran perspectiva para el futuro inmediato.
Actualmente, dice, tanto el dispositivo nano para liberar fármacos como las nanopartículas para cáncer se aplicaron en modelos animales como ratas Wistar, ratones desnudos genéticamente modificados, perros y borregos.
“Iniciamos el protocolo para presentarlo en el Comité Interno de Ética del INNN y posteriormente aplicarlo en seres humanos. Esta investigación tiene que ser muy responsable y cuidadosa, y suele ser más tardada que otras porque hay que respetar los tiempos biológicos y repetir varias veces porque es vida”.
NANOMEDICINA. Explica que, sin lugar a dudas, la nanotecnología cambiará el rumbo de la medicina porque la actual comprende que la mayoría de las enfermedades se deben a cambios estructurares en las moléculas de las células y aún no puede corregirlos todos.
Un ejemplo, dice, es la diabetes o el cáncer que se sabe tiene origen en la reproducción anormal de un tejido, pero la solución sigue siendo extirparlo. “Seguimos dando remedios macroscópicos sin resolver los microscópicos, porque no sabemos la causa a final de cuentas. En un futuro cercano este tipo de problemas podrían ser resueltos con equipos multidisciplinarios dedicados a la nanomedicina”.
Por lo tanto la nanotecnología puede significar un gran avance en la cura de algunas enfermedades que ahora no tienen remedio.
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